viernes, 13 de diciembre de 2024

Letanía de Santa María Magdalena

Esta letanía se ha suavizado con el tiempo; de una antigua versión alemana se tradujo hace muchos años. Se han añadido dos oraciones de fuentes litúrgicas: la secreta y, por último, la colecta de la misa de su festividad, el 22 de julio, que es dúplex en la Iglesia latina y lo es desde finales del siglo IX, y conmemora el traslado de sus reliquias de Éfeso a Constantinopla el 22 de julio de 886.

Oración:


Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros. Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos benignamente.


Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros .

Santa María Magdalena, ruega por nosotros.

Hermana de Marta y Lázaro, ruega por nosotros.

Tú que entraste en casa del fariseo para ungir los pies de Jesús, ruega por nosotros.

Tú que lavaste sus pies con tus lágrimas, ruega por nosotros.

Tú que los secaste con tus cabellos, ruega por nosotros.

Tú que los cubriste de besos, ruega por nosotros.

Tú que fuiste vindicada por Jesús ante el orgulloso fariseo, ruega por nosotros.

Tú que de Jesús recibiste el perdón de tus pecados, ruega por nosotros.

Tú que antes de las tinieblas fuiste devuelta a la luz, ruega por nosotros.

Espejo de penitencia, R Discípula de Nuestro Señor, ruega por nosotros.

Herida por el amor de Cristo, ruega por nosotros.

Muy querida al Corazón de Jesús, ruega por nosotros.

Mujer constante, ruega por nosotros.

Última en la Cruz de Jesús, primera en su tumba, ruega por nosotros.

Tú que fuiste la primera en ver a Jesús resucitado, ruega por nosotros.

Cuya frente fue santificada por el toque de tu Maestro resucitado, ruega por nosotros.

Apóstol de apóstoles, ruega por nosotros.

Que elegiste la "mejor parte", ruega por nosotros.

Que viviste muchos años en soledad siendo milagrosamente alimentada, ruega por nosotros.

Que fuiste visitada por ángeles siete veces al día, ruega por nosotros.

Dulce abogada de los pecadores, ruega por nosotros.

Esposa del Rey de la Gloria, ruega por nosotros.


V. Santa María Magdalena, intercede fervientemente por nosotros ante tu Divino Maestro

. R. Para que podamos participar de tu felicidad en el cielo.


Oremos.

Señor, te suplicamos que los gloriosos méritos de la bienaventurada María Magdalena te hagan aceptables nuestras ofrendas, pues tu Hijo Unigénito se dignó aceptar el humilde servicio que ella le prestó. Tú que vives y reinas contigo y el Espíritu Santo, eres Dios por los siglos de los siglos. R. Amén.

Que nos ayuden, Señor, las oraciones de la bienaventurada María Magdalena, pues en respuesta a ellas llamaste a su hermano Lázaro, cuatro días después de su muerte, de la tumba a la vida. Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, Unidad en la Trinidad, por los siglos de los siglos. R. Amén.







 

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